Estados Unidos aceleró el despliegue de una bomba atómica B61-12 modernizada en las bases de la OTAN en Europa, escribió el periódico Politico, citando un cable diplomático y algunas fuentes informadas.
El medio precisa que la entrega de la versión mejorada de la bomba se planeó originalmente para la primavera de 2023. Sin embargo, según un cable diplomático, los funcionarios estadounidenses en octubre afirmaron a los aliados de la OTAN durante una reunión a puerta cerrada en Bruselas que ahora se espera que esto ocurra a partir de diciembre de este año.
"Aunque no vamos a discutir los detalles de nuestro arsenal nuclear, la modernización de la B61 se realizó durante muchos años, y el plan de reemplazar de una manera segura y responsable las armas obsoletas por versiones mejoradas es parte de una modernización planeada", cita el medio un comentario del portavoz del Pentágono, Patrick Ryder.
Supuestamente, según el periódico, la iniciativa de acelerar el proceso "no tiene nada que ver con los acontecimientos actuales en Ucrania".
Muchos observadores consideran que el cambio en la fecha de despliegue de la bomba atómica B61-12 modernizada en las bases de la OTAN podría exacerbar aún más la ya peligrosa situación en Europa. Al mismo tiempo, algunos expertos sugieren que la decisión de EEUU probablemente esté dirigida a Europa en mayor medida que a Rusia.
Se indica que con el despliegue Washington pretende tranquilizar a sus socios de la UE.
En diciembre de 2021, se informó que el complejo militar e industrial del país norteamericano entregó al Departamento de Defensa la primera muestra en serie de la bomba atómica B61-12. La bomba en versión original estuvo en servicio en EEUU durante medio siglo, desde 1968.
Anteriormente, el portavoz del presidente de Rusia, Dmitri Peskov, apuntó que Rusia no quiere participar en la retórica nuclear, que aumentó en Occidente en las últimas semanas.
El viceministro de Exteriores de Rusia Serguéi Riabkov, por su parte, afirmó a Sputnik que Rusia no amenaza a nadie con el uso de armas nucleares, y es Occidente quien opta por la retórica nuclear, tratando de aparentar que Moscú se está preparando para un ataque con armas de destrucción masiva.