Dinamarca, Alemania y Suecia no divulgarán los resultados de su investigación sobre los sabotajes contra los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2 perpetrados a finales de septiembre en el mar Báltico, informa The New York Times.
Los gobiernos de los tres países se niegan a divulgar la información. Las tensiones geopolíticas que rodearon las explosiones, como el conflicto en Ucrania y la guerra económica de Occidente contra Rusia, han propiciado la cautela, apunta el medio.
"Todavía se guardan muchos secretos", dijo el comandante de la Armada danesa, Jens Wenzel Kristoffersen. "La razón es que hay que estar absolutamente seguros. Cuando se tienen resultados, deben basarse en hechos bastante concretos y no solo en especulaciones", explicó.
Según Kristoffersen, es poco probable que alguna de las partes haga declaraciones sin tener "evidencias irrefutables". Las conclusiones provisionales o descoordinadas "podrían dar lugar a reacciones que no serían de ayuda en este momento", agregó.
Previamente, el Gobierno alemán enfatizó que la dificultad de las investigaciones "casi seguramente impida que se hagan afirmaciones creíbles a corto plazo sobre la autoría" de los ataques. Dinamarca y Suecia emprendieron las pesquisas porque las explosiones ocurrieron en sus zonas económicas exclusivas y Alemania, porque los gasoductos tienen como destino su territorio.
Rusia solicitó a esos países que se le permita participar en las investigaciones, pero la petición fue rechazada. Moscú lamentó la decisión, al tiempo que criticó la implicación de otras naciones como EE.UU. en las indagaciones, por lo que adelantó que no reconocerá los "pseudoresultados" que estas arrojen.
"En caso de que se niegue a los expertos rusos el acceso a las investigaciones en curso, Rusia asumirá que los países en cuestión tienen algo que ocultar o que están encubriendo a los autores de estos actos terroristas", declaró el Ministerio de Exteriores ruso.