Al menos 30 personas, incluidos varios niños, murieron a consecuencia de un bombardeo ucraniano contra un convoy de refugiados, informó Rodión Miroshnik, embajador de la República Popular de Lugansk (RPL) en Rusia.
Miroshnik precisó que el Ejército de Ucrania disparó contra un convoy de cinco vehículos que transportaban civiles que intentaban salir de la ciudad de Kupiansk, en la región de Járkov, hacia Rusia. El diplomático agregó que siete heridos fueron evacuados por los militares de la RPL e ingresados en hospitales de la república.
"Los servicios de emergencia no pueden retirar los cuerpos del lugar de la tragedia debido a los constantes ataques de las Fuerzas Armadas de Ucrania", denunció.
En una entrevista con el canal Rossiya-24, Miroshnik afirmó que el convoy de refugiados fue rastreado por cuadricópteros y disparado con artillería. "Ahora, tras el inicio de las hostilidades activas en el territorio de la región de Járkov, ha aumentado el número de personas que salen hacia la región rusa de Bélgorod o que viajan a través de nuestro territorio", destacó el embajador de la república de Lugansk.
Poco después, el jefe de la Administración cívico-militar regional de Járkov, Vitali Gánchev, señaló que el convoy de refugiados viajaba en coches señalizados con marcas de 'Niños' y las Fuerzas Armadas de Ucrania no pudieron no ver hacia dónde disparaban. También indicó que se atacó al convoy a corta distancia y que los militares ucranianos utilizaron lanzagranadas, entre otras armas.