El representante adjunto de Rusia en la sede de la ONU en Ginebra (Suiza), Andréi Beloúsov, descartó este viernes los señalamientos de que Rusia planea utilizar armas nucleares contra Ucrania.
"Las afirmaciones de que las fuerzas nucleares rusas están en alerta máxima son falsas", aseveró el alto funcionario. Además, explicó que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, "ha ordenado que la fuerza de disuasión quede temporalmente en régimen de servicio especial", lo que significa "aumento de la vigilancia, no un estado de preparación para el combate elevada".
El representante ruso destacó que "las acusaciones de que Rusia está aumentando su capacidad nuclear no tienen pruebas ni fundamento" y se basan en "estimaciones poco fiables o en información totalmente errónea".
"La doctrina rusa limita estrictamente las situaciones de emergencia en las que el uso de armas nucleares es hipotéticamente posible, es decir, en respuesta a una agresión con armas de destrucción masiva o en respuesta a una agresión con armas convencionales en la que la propia existencia del Estado está amenazada", subrayó Beloúsov, añadiendo que "ninguno de estos escenarios hipotéticos es relevante para la situación en Ucrania".
Asimismo, Beloúsov declaró que las advertencias sobre un "grave riesgo de guerra nuclear" que han expresado los funcionarios rusos en el contexto de la crisis en Ucrania se deben "al comportamiento desestabilizador y peligroso de los países occidentales", que "se equilibran peligrosamente en el borde de una confrontación armada directa con Rusia".
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, expresó esta semana que en una guerra nuclear "no podrá haber ganadores" y "no debe librarse nunca". El mandatario recalcó que Rusia sigue cumpliendo "de forma sistemática" con "el espíritu y la letra" del Tratado de No Proliferación Nuclear que —subrayó— "en más de medio siglo de existencia se ha convertido en uno de los elementos clave del sistema de seguridad internacional y de la estabilidad estratégica".