Una muerte masiva de peces fue descubierta en el río Oder (conocido como Odra en Polonia), en la frontera entre Alemania y Polonia: en las últimas 2 semanas se han visto toneladas de peces muertos flotando o arrastrados a la orilla. El 8 de agosto, Aguas Polacas (Wody Polskie), empresa estatal, informó que había recogido 10 toneladas de peces muertos.
Las fotos y videos publicados en redes sociales muestran la superficie del río cubierta de peces muertos, aunque también se pueden ver cadáveres de castores flotando. Especialistas alemanes también especulan que las águilas marinas y otras aves también estarían en peligro, ya que podrían comerse los peces y exponerse a las toxinas.
El ministro de Medio Ambiente de Brandeburgo, Axel Vogel, afirmó que las consecuencias de la catástrofe se dejarán sentir durante años, informa la emisora local RBB. "Para el Oder, como masa de agua de gran valor ecológico, se trata de un golpe del que probablemente no se recuperará en varios años", declaró. En particular, el número de peces en el río tendría que reponerse lentamente.
Todavía no está claro qué causó la catástrofe, aunque lo más probable es que la contaminación proceda de Polonia. En un principio, las autoridades alemanas señalaron el envenenamiento por mercurio como posible causa, pero los nuevos datos indican un aumento de la salinización en el río, según Vogel. Añadió que esta situación es "absolutamente atípica".
También afirmó que podría haber sido causada por una combinación de varios factores. Debido al calor anormal en Europa, los ríos están bajando de nivel, y el del Oder es ahora históricamente bajo y eso significa que la concentración de todos los contaminantes aumentará.
"Es muy posible que se trate de sustancias que se han introducido en el río Oder desde hace mucho tiempo, pero que normalmente no suponen ningún problema en aguas medias", explicó el político alemán.
Además, hay tensiones por la lenta reacción de los funcionarios polacos, que no advirtieron a las autoridades alemanas. "De hecho, sabemos que esta cadena de denuncias, prevista para estos casos, no ha funcionado", declaró el Ministerio de Medio Ambiente de Brandeburgo el 12 de agosto. La ministra de Medio Ambiente de Alemania, Steffi Lemke, pidió que se aprendiera de la catástrofe medioambiental, ya que está claro que la parte alemana fue informada demasiado tarde.
Mientras tanto, los primeros resultados llegan también de los laboratorios polacos. La ministra de Clima y Medio Ambiente de Polonia, Anna Moskwa, indicó en Twitter que no se había encontrado mercurio en las muestras de peces estudiadas. Más tarde añadió que el Instituto Veterinario Estatal también descartaba que los metales pesados fueran la causa. Actualmente, se están realizando más investigaciones.
Hay indicios de que las sustancias entraron en el Oder en algún lugar cercano a Wroclaw, a finales de julio, según las autoridades alemanas. Los medios de comunicación polacos también señalaron que los primeros informes llegaban desde finales de julio en la sección de la Baja Silesia del río, cerca de Olawa. Esta zona podría ser también el origen de la contaminación.
Mateusz Morawiecki, primer ministro de Polonia, ha cesado a Przemyslaw Daca, director general de Aguas Polacas, así como a Michal Mistrzak, jefe de la Inspección de Protección Medioambiental, por no haber respondido adecuadamente al desastre.
El Gobierno también ofreció 1 millón de zlotys (unos 220.000 dólares estadounidenses) por información sobre los responsables. "Queremos encontrar lo antes posible a los causantes de un crimen ecológico de tal magnitud y castigarlos severamente", declaró el líder polaco, después de la reunión con el equipo de gestión de la crisis medioambiental.