La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, en el curso de la sesión informativa el miércoles, condenó el desprecio de la Unión Europea hacia los ataques de las Fuerzas Armadas ucranianas contra la central nuclear de Zaporozhie.
"Entiendo que la UE ahora está ocupada con el tema "más importante": dar o no visas a los ciudadanos de Rusia. Pero la radiación no tiene pasaportes. No necesita visas para cruzar las fronteras", denunció. La parte rusa espera que "la visita de los inspectores del OIEA ayude a detener a las autoridades ucranianas en su intento de provocar una catástrofe nuclear", declaró.
La secretaria de prensa de la Cancillería rusa observó una tendencia negativa en los países occidentales que solo acusan a Rusia de supuestas "violaciones masivas y grupales" y otras provocaciones, pero no pueden abordar un tema que representa un peligro para la mayoría de los países europeos.
"¿Qué falta? ¿Drones para rastrear, datos satelitales, información en terreno? ¿Qué les impide llamar a las cosas por sus propios nombres y recordar que los ataques provienen de la parte controlada por el régimen de Kiev? ¿Ni siquiera pueden determinar la dirección del viento? Entonces, podrán decir de dónde vienen los ataques. ¿Qué pasó? ¿Por qué se les olvidó todo?", se pregunta la vocera.
Y, lo que es igualmente importante, "los representantes de los regímenes liberales occidentales ni siquiera se preguntan si Ucrania está utilizando las armas suministradas para atacar la central nuclear de Zaporozhie y ni siquiera razonan que, si ocurre una tragedia, es simplemente porque se usarán sus municiones".
Según Zajárova, el comportamiento de los regímenes liberales europeos es autodestructivo, y la actitud de Kiev es inhumana, ya que las Fuerzas Armadas de Ucrania y los grupos nacionalistas continúan utilizando métodos de lucha inaceptables. Utilizan a los civiles como "escudos humanos", incluso usaron sustancias químicas venenosas contra el personal militar ruso en la provincia de Zaporozhie.
"Estamos convencidos de que, una vez completada la operación militar especial, todos los ciudadanos de la Ucrania actual podrán comenzar una vida tranquila en un país libre, donde no haya nazis, ni bombardeos de las ciudades, ni discriminación (por motivos nacionales o lingüísticos), donde se respeten las normas humanitarias internacionales, los derechos y las libertades de todos los ciudadanos", concluyó.
En agosto se intensificaron los ataques contra la planta nuclear de Zaporozhie por las tropas ucranianas con el objetivo de crear una zona de exclusión de hasta 30 kilómetros y acusar a Rusia de terrorismo nuclear.
Militares ucranianos lanzaron más de 60 ataques contra la ciudad de Energodar y sus territorios colindantes en las últimas 24 horas.
En paralelo, no cesan las acusaciones сontra el Ejército ruso por los ataques y el agravamiento de la situación. Sin embargo, Moscú ha dejado claro que sus militares no tienen ningún motivo para bombardear la central nuclear.
El miércoles, la delegación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) llegó a la ciudad de Zaporozhie.