El paso se tomó en concordancia con el principio de reciprocidad. Desde la Cancillería siria indicaron que el Gobierno ucraniano "prácticamente" rompió las relaciones desde 2018, cuando se negó a renovar las visas de los diplomáticos sirios en Kiev, lo que hizo imposible el funcionamiento de su embajada.
El ministerio atribuyó el hecho a "las actitudes hostiles del Gobierno ucraniano y su dependencia total y ciega de las políticas estadounidenses y occidentales hacia Siria y el mundo".
El 30 de junio Kiev rompió las relaciones diplomáticas con Damasco en respuesta al reconocimiento de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, precisando que la medida no afectaría a las relaciones consulares entre ambos países.
En paralelo, Ucrania inició un procedimiento para "imponer un embargo comercial contra Siria, así como introducir otras sanciones contra personas jurídicas y físicas".
