Rusia ordena intensificar la ofensiva para evitar los ataques ucranianos contra la población civil

El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, durante una inspección de un grupo de tropas en Ucrania, ordenó intensificar las operaciones militares rusas en todos los frentes para descartar los ataques de Kiev a las infraestructuras civiles y a la población local, informó a los periodistas el Ministerio de Defensa ruso.
"El jefe militar ruso dio las instrucciones necesarias para aumentar aún más las acciones de las agrupaciones en todas las áreas operativas con el fin de eliminar la posibilidad de que el régimen de Kiev lance ataques masivos de misiles y artillería contra la infraestructura civil y los residentes de los asentamientos en Donbás y otras regiones", dijo el ministerio.
Este 16 de julio el ministro de Defensa fue informado por los comandantes de las Fuerzas Armadas sobre el desarrollo de la operación militar especial en Ucrania.
Se trata de la segunda inspección del Ministro de Defensa a las tropas rusas que participan en la operación especial. El Ministerio de Defensa ruso informó por primera vez de la visita de Shoigú a las tropas en Ucrania el 26 de junio. Según el Ministerio de Defensa, el jefe del departamento militar prestó especial atención a la organización del apoyo integral a las operaciones de combate y a la creación de todas las condiciones de vida necesarias para los militares rusos en los centros de despliegue temporal. Además, entregó premios estatales a los militares que habían demostrado heroísmo en el desempeño de tareas de combate.
El 15 de julio el Ministerio de Defensa ruso reveló los verdaderos blancos del ataque en Vínnitsia.
Según el ministerio, el ataque con misiles Kalibr de alta precisión contra el edificio de la Casa de Oficiales de la Guarnición en Vínnitsia impactó el 14 de julio en una reunión del mando de la Fuerza Aérea de Ucrania con representantes de proveedores de armas extranjeros.
Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al genocidio por parte de Kiev.