El metaverso podría convertirse en la tecnología más peligrosa desde la invención de las armas nucleares

Brian Shuster, un experto en tecnologías digitales y director de la plataforma de metaverso Utherverse, asegura que estos espacios digitales podrían ser mal utilizados si caen en manos equivocadas. Tienen el "potencial de convertirse en la tecnología más peligrosa desde la invención de las armas nucleares" y podría usarse para "lavar el cerebro de poblaciones enteras y básicamente ponerlas bajo el control del titiritero", comentó en una entrevista con Daily Mail.
Shuster cree que Mark Zuckerberg y su empresa Meta (calificada en Rusia como organización extremista), quien también apuesta por construir su propio metaverso, son un potencial ejemplo del aprovechamiento indebido de todas las posibilidades que ofrecen las experiencias multidimensionales. Opina que el magnate está muy lejos de buscar solo el bien y la satisfacción de sus usuarios.
"No creo que Zuckerberg o Facebook lleguen nunca a la conclusión de que pueden sacrificar dinero por el beneficio y la longevidad de los humanos", puntualiza.
Shuster, considerado uno de los "pioneros del Internet", advierte que, así como la red social del magante ha hecho uso de algoritmos para priorizar cierto tipo de contenido y canalizar a los internautas hacia puntos de vista concretos, productos o servicios, en su proyecto de mundo virtual podría suceder algo similar, probablemente enfocado a generar ganancias económicas.
"Hemos visto la ruta que ha elegido Facebook, y ellos elegirán esa misma cuando se trata del metaverso (…) Nada es aleatorio. Todo es generado algorítmicamente por computadoras y hemos visto lo que Facebook hace con los algoritmos. Puedes pensar que conociste al amor de tu vida en el metaverso, pero es 'Zuck' decidiendo con quién te emparejas", señaló.
A parte del potencial manipulador, Shuster teme que el metaverso contribuya a un aislamiento social en las próximas generaciones, mucho más profundo del que ya están provocando en general las redes sociales, en la medida en que las experiencias y actividades virtuales sean más y más inmersivas y las personas decidan dedicar más tiempo a ellas.
El año pasado, cuando Facebook pasó a llamarse 'Meta', la compañía explicó que el metaverso se sentiría como un "híbrido de las actuales experiencias sociales en línea" y permitiría compartir con otras personas incluso cuando no pudieran estar juntas, y hasta "hacer cosas que no podrían hacer en el mundo físico".
En este sentido, Shuster insiste en la necesidad de "conexiones reales", más allá de las posibilidades que brinde la tecnología, porque, "como humanos, necesitamos contacto para sentirnos apoyados emocionalmente. De lo contrario, las futuras generaciones serán personas "aisladas que nunca tendrán un verdadero sentido de lo que significa estar cerca de alguien y preocuparse por la gente", agregó.