Durante una reunión virtual con gobernadores estatales demócratas, celebrada este viernes, Biden declaró que los estadounidenses "se sorprenderán cuando el primer estado intente arrestar a una mujer por cruzar la frontera estatal para obtener servicios médicos". A su juicio, aunque "la gente crea que esto no va a pasar", esto "ocurrirá, [y este suceso] mandará un mensaje a todo el país de que se trata de un acuerdo gigantesco que va más allá. Es decir, que afecta todos sus derechos básicos".
Al mismo tiempo, Biden afirmó que el Gobierno federal pretende proteger a las mujeres que tengan que cruzar las fronteras para someterse a la interrupción del embarazo, así como garantizar que tengan acceso a los medicamentos necesarios donde el aborto está prohibido.
Mientras tanto, en muchos estados, los grupos proaborto ya han presentado los proyectos de ley para impedir que se introduzca la prohibición a la irrupción del embarazo. Así, los Tribunales de Florida, Luisiana, Texas, Utah y Ohio ya han decidido en contra de las restricciones al aborto, mientras que la gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, declaró que las autoridades de su estado tampoco van a cooperar con los estados donde los abortos son ilegales para localizar y castigar a las mujeres que abortaron.
El viernes de la semana pasada, la Corte Suprema estadounidense anuló el dictamen del histórico caso Roe contra Wade, de 1973, en el que reconocía que la Constitución de EE.UU. protege la libertad para interrumpir el embarazo.
Este nuevo fallo puso fin al precedente que proporcionaba garantías constitucionales a las mujeres para abortar, y puede conducir a la prohibición del aborto en aproximadamente la mitad de los estados del país.
