Rusia rechaza que Turquía busque aliviar sus preocupaciones de seguridad con agresiones que violan directamente la soberanía de Siria.
“Tal medida, sin el acuerdo del legítimo Gobierno de la República Árabe Siria, sería una violación directa a la soberanía y la integridad territorial de Siria” y “causaría una mayor escalada de las tensiones” en este país, afirmó el jueves la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova.
Ante tal panorama, subrayó que Moscú “espera que Ankara se abstenga de acciones que puedan conducir a un peligroso deterioro de la ya difícil situación en Siria”.
Zajárova manifestó que su país toma en cuenta “las preocupaciones de Turquía sobre las amenazas a la seguridad nacional que emanan de las regiones fronterizas” con el país árabe, sin embargo, dejó claro que estas preocupaciones pueden aliviarse, si se despliega el Ejército sirio en tales áreas.
El miércoles, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció una nueva ofensiva militar en el norte de Siria, para “limpiar” las ciudades sirias de Tal Rifaat y Manbij de “terroristas” y prometió desarrollar fase por fase este plan en otras regiones.
La operación se realiza en el marco de su intención de crear una zona segura de 30 kilómetros de ancho en el norte de Siria y fronteriza con Turquía. Hasta ahora, ha desplegado miles de tropas en las áreas norteñas de su vecino.
Turquía ha estado realizando varias incursiones contra las partes del norte de la vecina Siria desde 2016, so pretexto de hacer frente a las milicias kurdas de las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), brazo sirio del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) —grupos que Ankara considera como terroristas—.
A su vez, Damasco condena los actos “agresivos” de Turquía en el norte de Siria. Según las autoridades sirias, la principal razón que impulsa la escalada de tensiones en el norte del país es la “ocupación” de Ankara.