La restricción de la exportación de gases nobles impuesta por Rusia fortalecerá la posición del país en el mercado internacional de microelectrónica, declararon desde el Ministerio de Industria y Comercio ruso.
La medida, que afectará las exportaciones de neón, helio y argón, entre otros gases, fue adoptada a finales de mayo y estará en vigor hasta finales de año.
En ese contexto, el viceministro Vasili Shpak señaló a TASS que Moscú planea aumentar el volumen de producción de dichos gases. "Opinamos que tendremos una oportunidad de ser escuchados en esta cadena mundial y esto nos dará algunas ventajas competitivas", indicó.
Destacó que los gases nobles son necesarios para la producción de semiconductores, un sector que ahora se encuentra en crisis. Según Shpak, la restricción de la exportación "permitirá formar de una nueva manera aquellas cadenas que ahora han sido dañadas y construir otras nuevas, integrarnos en ellas, pero ahora [basándose] en nuestras reglas".
Los semiconductores son utilizados para la fabricación de microchips, necesarios en la industria de la electrónica para la implementación en coches, sistemas de navegación y otros diversos aparatos.
La decisión de Moscú busca contrarrestar las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea, entre las cuales se le ha impedido importar microchips y otros productos tecnológicos. Expertos prevén que esta restricción a la exportación de gases nobles podría resultar desfavorable para el bloque europeo, y en particular para sus grandes empresas de microelectrónica, debido a la actual escasez global de chips.
La pandemia del coronavirus trastornó las cadenas de suministro de muchos productos electrónicos, golpeando con particular fuerza a la industria de los semiconductores, lo que llevó a la escasez de microchips. A esto se suman el aumento de los costos de producción y las restricciones en China por el covid-19.