Durante esta semana la mayor parte de España ha superado los 40 grados centígrados de temperatura en una ola de calor que no se espera que remita hasta este sábado, con lo que habrá tenido una duración total de siete días.
No es la peor ola de calor registrada en el país, pero sí la más intensa en un mes de junio, cuando ni siquiera ha comenzado el verano. Así, se trata de la ola de estas características más temprana desde que se tienen registros, tan solo empatada con otra que se vivió en 1981, y la más intensa registrada en un mes de junio, al menos en las últimas dos décadas.
Los expertos coinciden en que aunque siempre han existido olas de calor, su naturaleza en los últimos tiempos viene marcada por el calentamiento global y el cambio climático que está propiciando la mano del hombre, que las hace más intensas, más frecuentes, más tempranas y más duraderas.
Toda España, salvo las islas Canarias y Asturias, se encuentran en alerta por las altas temperaturas, con las Comunidades Autónomas de Andalucía, Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura y Madrid como las más afectadas.
Según el investigador y meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Juan Jesús González Alemán, la situación es "de récord", con una masa de aire cálido a 1.500 metros de altura sobre España "con tintes históricos", algo provocado por el cambio climático.
Durante toda esta semana los termómetros han ido en aumento, afectando a diversos colectivos. Este es el caso de los escolares, cuyos centros educativos no se encuentran climatizados y donde se han producido desmayos y otros incidentes entre el alumnado, sobre todo en ciudades de Andalucía.
Al menos ocho de las 17 Comunidades Autónomas españolas están sufriendo incendios agravados por las altas temperaturas. Andalucía, Aragón, Cataluña, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Galicia, La Rioja y Navarra están siendo pasto de las llamas.
Las condiciones climáticas han aumentado exponencialmente el riesgo de incendios, mientras que están dificultando las labores de extinción de los que están en activo.
En Cataluña son tres los fuegos activos, que, en conjunto, ya han arrasado más de 1.600 hectáreas. Situados en Corbera d'Ebre, en la provincia de Tarragona, en Castellar de la Ribera y Artesa de Segre, en la provincia de Lleida, en ellos bregan 155 dotaciones, apoyados por la Unidad Militar de Emergencias.
En la provincia castellanoleonesa de Zamora la acumulación de incendios, unida al viento, está dificultando las labores de extinción, preocupando especialmente el incendio que se desarrolla en la sierra de la Culebra. Entre 5.000 y 7.000 hectáreas de pinares, monte bajo y castaños ya han sido destruidas en esta zona, mientras que más de 250 vecinos han tenido que ser evacuados de seis poblaciones.
Por su parte, otro de los mayores incendios registrados en las últimas semanas ha tenido lugar en Pujerra, en la provincia de Málaga, aunque fue controlado este miércoles después de arrasar casi 5.000 hectáreas. En este caso tres trabajadores han sido detenidos por imprudencia grave al realizar labores con maquinaria pesada.
Las llamas registradas en varios puntos de Galicia, La Rioja o La Comunidad Valenciana son de bastante menor entidad, aunque preocupa su proliferación, por lo que también aquí continúa la alerta.