En una entrevista concedida este miércoles a la estación de radio Sputnik, el portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajarova, ha denunciado los alegatos de los propagandistas ucranianos sobre supuestas atrocidades de Moscú en la planta industrial de Azovstal, último reducto de Ucrania en la ciudad portuaria de Mariúpol.
Asimismo, ha dejado claro que Kiev traicionó a las personas que estaban en Azovstal, porque les usó como una herramienta para chantajear a todos los demás, subrayando que Ucrania utiliza regularmente tácticas de chantaje en varios países, principalmente en Estados europeos.
De esta manera, Kiev tiene intención de “resolver las tareas que Estados Unidos les ha asignado en primer lugar”, tal y como ha puesto de relieve la diplomática, para luego señalar que “esta es una de las herramientas más convenientes de Washington para influir en la situación de la Unión Europea”.
Anteriormente, el Ejército del país euroasiático había calificado la situación humanitaria en la ciudad de “catastrófica” y acusado a Kiev y los radicales de atrapar deliberadamente a civiles en Mariúpol.
Desde toma el control de Mariúpol, ubicado en la zona sureste de Ucrania, en abril, cientos de soldados ucranianos seguían atrincherados en los túneles bajo Azovstal, cercada por las tropas rusas.
No obstante, desde el lunes, unos 960 militantes se han rendido, incluidos 80 heridos, de los cuales 51 que necesitaban tratamiento hospitalario fueron entregados a un centro médico en la República Popular de Donetsk, según el Ministerio de Defensa del país euroasiático.
En el medio de la operación militar rusa contra su vecino, estallada en reacción a la conducta agresiva de Kiev en Donbás (este), Mariúpol se ha convertido en un importante punto focal de los combates.
Esto se debe a que la ciudad es un estratégico enclave con salida al mar de Azov y la toma de esta ciudad por el Ejército ruso sería vital para establecer un corredor terrestre que conduzca de la región del Donbás (este) a Crimea.
