El tribunal superior de Israel dictaminó el lunes por la noche que el ejército israelí puede expulsar a unas 1300 personas que viven en ocho localidades palestinas en el área conocida como Masafer Yatta, en Cisjordania ocupada, para convertir esa zona en un campo de entrenamiento militar.
“Este fallo judicial abre la puerta para que el ejército israelí desarraigue a comunidades palestinas enteras que han vivido en Masafer Yatta durante décadas. Es irreparable el daño que esta decisión infligirá en los hogares y la fuente de sustento de esas personas, que se quedan sin un techo de la noche a la mañana y sin lugar al que ir”, advirtió en un comunicado la directora del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés) en Palestina, Caroline Ort.
Los palestinos aseguran que han vivido por décadas en la referida área, mientras que el régimen de Tel Aviv sostiene que los actuales habitantes no tienen derechos sobre esa tierra, dado que el ejército israelí la ocupó de forma ocasional durante las migraciones.