EEUU busca limitar los ingresos petroleros de Rusia

El Gobierno de Estados Unidos baraja distintas opciones para reducir significativamente las ganancias que Rusia recibe por vender su petróleo, según publica el diario estadounidense 'The New York Times'.
"Las medidas propuestas incluyen la limitación de los precios del petróleo ruso respaldada por las llamadas sanciones secundarias, que castigarían a los compradores extranjeros que no cumplan con las restricciones impuestas por EEUU impidiéndoles hacer negocios con las empresas estadounidenses y de países socios", comunicó el medio.
En particular, una de esas medidas obligaría a las empresas extranjeras a pagar un precio inferior al del mercado por el petróleo ruso para evitar que también les afecten a ellos las sanciones de EEUU, señala la nota.
"Washington establecería un precio para el petróleo ruso muy por debajo del valor del mercado global, que actualmente supera los 100 dólares por barril. El presupuesto más reciente de Rusia fijó un precio de equilibrio para su petróleo por encima de los 40 dólares", explica el texto.
Por lo tanto, afirma, la limitación de los precios ayudaría a disminuir las ganancias de Rusia sin provocar un incremento de los costos globales de la energía.
Además, según el artículo, el Gobierno estadounidense también podría limitar significativamente el acceso de Rusia al dinero pagado por su petróleo.
"Washington lo implementaría mediante una regulación que requiera que los bancos extranjeros que procesan los pagos depositen los fondos en una cuenta de depósito en garantía, si quieren evitar sanciones. Rusia podría acceder a este dinero solo para comprar bienes esenciales como alimentos y medicinas", indicó The New York Times.
Se añade que simultáneamente, el Gobierno de EEUU ejercería presión sobre otros países para que reduzcan gradualmente sus compras de petróleo ruso, al igual que lo hicieron en el caso del petróleo iraní.
Numerosos países condenaron la operación militar que Rusia lanzó en Ucrania el pasado 24 de febrero pasado y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía rusa el mayor daño posible.
Decenas de empresas anunciaron desde finales de febrero la decisión de suspender sus negocios en y con Rusia.
Por vez primera, las sanciones incluyen la desconexión parcial de Rusia del sistema SWIFT, la inmovilización de las reservas internacionales de su Banco Central y, en el caso de países como EEUU, Canadá, Reino Unido y Australia, el embargo sobre la importación de petróleo ruso.