Un pastor de una iglesia evangélica en Táchira, identificado como Sergio Manuel Monsalve Guerrero, de 27 años de edad, fue condenado a 30 años de prisión por abusar sexualmente a un grupo de 10 niños y adolescentes cuyas edades oscilan entre 11 y 16 años de edad.
La Fiscalía 16ª de Táchira ratificó la acusación contra el hombre por el delito de abuso sexual a niños, y una vez evaluadas las pruebas por parte de la representación fiscal, el Tribunal 5º de Juicio ordenó su reclusión en el Centro Penitenciario de Occidente; ubicado en Santa Ana.
Las madres de las víctimas hicieron la denuncia correspondiente 18 de febrero de 2020 ante una delegación de la Policía del estado Táchira, ubicada en San Cristóbal, según informó el Ministerio Público (MP).
De acuerdo con los testimonios de las víctimas, Monsalve Guerrero se valía de un “aceite milagroso” para cometer los actos.
El Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) realizó el análisis correspondiente a la sustancia y determinó que se trataba de escopolamina; un psicotrópico que ocasiona adormecimiento acompañado de amnesia.
Las experticias forenses determinaron que en ocho de las 10 víctimas hubo actividad sexual con penetración y sin consentimiento.
Producto de tales hechos, el pastor resultó aprehendido en San Cristóbal el mismo día de la denuncia y puesto a disposición del Ministerio Público (MP).
El sujeto ungía a las víctimas con la sustancia que colocaba sobre sus cabezas como parte de un ritual espiritual. Al doparlos procedía a violarlos, según reseñó La Prensa del Táchira.
Monsalve era el líder de los jóvenes en la iglesia evangélica de Jesucristo, ubicada en la séptima avenida de San Cristóbal. Además, laboraba como recepcionista en un hotel de la ciudad donde aparentemente llevaba a los niños para cometer los actos sexuales.
Los efectivos policiales determinaron que en el lugar fueron violentadas las cámaras de seguridad, con la finalidad de evitar ser visto por el propietario e ingresaba sin problema con algunos de los niños.
El CICPC detuvo el pasado 16 de abril a cinco personas en los estados Mérida y Táchira por abuso sexual y actos lascivos hacia niños y jóvenes, informó el director de la institución, Douglas Rico.