De acuerdo con fuentes familiarizadas con el asunto, el equipo de seguridad de Joe Biden y su familia, financiado por los contribuyentes, tuvo que seleccionar una propiedad que estuviese ubicada lo más cerca posible del hijo del mandatario, que a su vez alquila una casa en la mencionada zona por cerca de 20.000 dólares al mes.
Don Mihalek, exagente del Servicio Secreto, comunicó que esa agencia tiene la responsabilidad de proteger tanto al propio presidente como a su familia, y a cualquier otra persona que sea designada por el inquilino de la Casa Blanca, durante las 24 horas, y para hacer su trabajo de manera efectiva, un equipo de seguridad debe permanecer cerca de su objetivo, aunque su alojamiento resulte más caro.
"Normalmente, dondequiera que un protegido establece su residencia, el Servicio Secreto se ve obligado a encontrar un lugar cercano para alquilar a precio de mercado", dijo Mihalek. "Esto no es nuevo", señaló, agregando que el organismo "ha tenido que hacer esto en administraciones pasadas y, lamentablemente, el mercado inmobiliario en este momento ha hecho subir los precios de manera sustancial".
Por su parte, un representante de ese cuerpo de seguridad, que fue preguntado sobre los costes que se generan al proteger a los altos cargos gubernamentales y sus personas cercanas, se limitó a responder que "debido a la necesidad de mantener la seguridad operativa, el Servicio Secreto de EE.UU. no comenta sobre los medios, métodos o recursos utilizados para llevar a cabo nuestras operaciones de protección".
Según la descripción del reporte, la mansión alquilada por Hunter Biden, "de estilo resort", cuenta con cuatro dormitorios y tres baños, techos altos abovedados, cocina de chef y puertas francesas. Además, posee un "patio espacioso, similar a un parque", con una piscina, un spa y una barra de barbacoa instalada al aire libre. Ubicada en la cima de una colina, la propiedad ofrece "encantadoras" vistas panorámicas del océano, de 180 grados.
Mientras tanto, el equipo de agentes a cargo de la seguridad de Hunter Biden se habría alojado en una casa de estilo español, que también dispone de "hermosas vistas al océano" y se considera como "un refugio perfecto para una clientela exigente". La mansión posee seis habitaciones, seis baños, un gimnasio, una sala de degustación, una barbacoa incorporada, una piscina, un spa y una escalera de caracol que conduce a una "torre con forma de castillo".
