Un bombardero B-1B Lancer se incendió este miércoles en la base de la Fuerza Aérea de EE.UU. de Dyess, en Texas, durante una revisión de motor de rutina.
Según un comunicado de la institución militar, 2 personas resultaron heridas durante el incendio y fueron llevadas a un centro médico local con "heridas que no ponen en peligro la vida".
El avión, valorado en 316 millones de dólares, estaba estacionado, alrededor de las 22:00 (hora local), antes de la explosión. Se cree que el siniestro ocurrió durante el reabastecimiento de combustible, aunque aún se desconocen más detalles sobre lo que sucedió exactamente.
"Estamos muy agradecidos de que todos los miembros del equipo de Dyess involucrados hayan sido tratados y ahora estén seguros de regreso en casa", aseveró el coronel Joseph Kramer, citado por Air Force Times. "Nuestra flota B-1 y nuestros combatientes siguen listos para ejecutar cualquier misión de ataque de largo alcance", agregó.
Por otra parte, según el medio, hace un año, la Fuerza Aérea dejó en tierra toda su flota B-1B para investigar problemas con su sistema de combustible y ha detenido el vuelo de todos sus Lancer varias veces en los últimos años por problemas de seguridad.