Polonia está dispuesta a estacionar armas nucleares de EE.UU. en su territorio y aboga por aumentar la presencia de las tropas estadunidenses en las fronteras con Rusia, declaró este domingo el vice primer ministro polaco, Jaroslaw Kaczynski.
"Si los estadounidenses nos pidieran acoger armas nucleares estadounidenses en Polonia, estaríamos abiertos a ello", dijo Kaczynski en una entrevista al medio alemán Welt am Sonntag, afirmando que dicha medida "reforzaría significativamente la disuasión contra Moscú".
Además, propuso aumentar la presencia de militares estadounidenses en Europa de 100.000 a 150.000. De estos, 75.000 efectivos deberían estar estacionados de forma permanente en el flanco este de la OTAN, en las fronteras con Rusia, 50.000 de ellos solo en los países bálticos y Polonia.
"Los soldados de la potencia nuclear estadounidense son el factor más fuerte para disuadir a Rusia de atacar a los países de la OTAN y nos brindan una mayor seguridad", defendió Kaczynski.
El alto cargo polaco pidió también crear en su país un nuevo centro de mando de la Alianza Atlántica desde donde se pueda planificar y llevar a cabo misiones conjuntas. "Eso enviaría una señal clara a Moscú: el liderazgo de la OTAN ahora también está presente en el Este", aseveró.
Asimismo, instó al bloque militar a hacer más en el conflicto en Ucrania. "Primero, realizar una misión de mantenimiento de la paz", dijo Kaczynski, apuntando que esto solo sería posible con el consentimiento de Kiev. "En segundo lugar, los países de la OTAN deberían entregar por fin las armas que [el presidente ucraniano] Zelenski está pidiendo enérgicamente", agregó.
El político cargó contra la postura de Berlín con respecto a Moscú, con la que expresó estar "muy descontento". "Alemania podría suministrar más armas. Alemania podría pronunciarse a favor de un embargo petrolero en la Unión Europea", aseveró.
"No podemos seguir apoyando a una gran potencia como Rusia con pagos multimillonarios por la compra de energía", sostuvo Kaczynski, tachando tal política de "moralmente inadmisible" y acusando a Berlín y París de tener "una fuerte inclinación hacia Moscú".
"Alemania debería adoptar por fin una postura clara al respecto", reclamó. No obstante, admitió que los suministros del gas natural ruso son muy difíciles de reemplazar.