"¡Las armas son una respuesta débil, no una respuesta fuerte!", enfatizó el cardenal. "Una respuesta fuerte es una respuesta que emprende, tratando de involucrar a todos, iniciativas bajo el esquema de la paz. Es decir, iniciativas que buscan detener los combates para llegar a una salida negociada, para pensar cuál es el posible futuro de la convivencia en nuestro Viejo Continente", explicó.
En este contexto, Parolin destacó la necesidad de redescubrir la capacidad de la iniciativa europea y aumentar el papel de los organismos internacionales con la renuncia al "esquema de guerra".
Al mismo tiempo, se mostró pesimista en relación con el estado actual de las negociaciones entre Rusia y Ucrania. De acuerdo con el cardenal, las negociaciones solo pueden tener éxito si las partes tienen posturas abiertas y flexibles, ya que "condiciones previas rígidas no pueden llevar a ninguna conclusión".
Este martes, el ministro de Defensa de Italia, Lorenzo Guerini, declaró que el país seguirá enviando armas a Ucrania. "Habrá un nuevo envío desde el lado italiano de materiales militares, imprescindibles para seguir apoyando a la resistencia", dijo Guerini.
No obstante, el partido italiano Movimiento 5 Estrellas (M5S), liderado por Giuseppe Conte, se opuso a la medida. "Como M5S, nos oponemos absolutamente a una escalada militar porque significaría más sufrimiento y matanzas. Por lo tanto, nos oponemos a [los envíos de] las armas cada vez más letales", dijo Conte.
