La 'demonización' de Rusia

"Los horrores de la invasión de Putin salen a la luz cada vez más", "Crece la indignación internacional por los asesinatos en Bucha" y "Dispararon a todos los que vieron" fueron tan solo algunos de los titulares que medios occidentales utilizaron para reportar el caso de Bucha, ciudad en donde el Gobierno de Ucrania instaló un montaje que dista mucho de la realidad.
Mientras que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y Occidente aseguran que en esta ciudad se cometió un genocidio, el Kremlin ha desmentido los supuestos asesinatos de civiles con varias pruebas por delante: el retiro de las tropas rusas de Bucha desde el 30 de marzo, el video grabado el 31 de marzo en el que el alcalde de la ciudad, Anatoli Fedoruk, informó que el asentamiento había sido "liberado" y en el que no habló de ningún cadáver ni de una destrucción espantosa, además de la comunicación oficial de Ucrania sobre el "rastrillaje" de la zona, la cual había sido "limpiada" el 2 de abril, un día antes de que las impactantes imágenes dieran la vuelta al mundo.
Por estas y otras razones, Moscú ha calificado la información como un montaje y una nueva provocación por parte de Kiev, cuyas Fuerzas Armadas se han visto totalmente sobrepasadas en el campo de batalla, pero beneficiadas por el discurso Occidental, aseguró el historiador Christian Nader en entrevista con Sputnik.
"Hay que entender que la fuerza en este momento por parte del régimen ucraniano de Volodímir Zelenski es —debido que no tienen la trascendencia militar— la guerra mediática de la cual Washington es experto", sentenció el analista.
Ante las acusaciones que salieron de Occidente, el 3 de abril Rusia solicitó una reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Nacionales Unidas (ONU), misma que fue rechazada por el Reino Unido, un país que, asegura Nader, es experto también en "los montajes y guerras psicológicas recientes". El 4 de abril, el segundo intento de Moscú de solicitar una reunión también se quedó bloqueado.
Al respecto, el coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Ignacio Martínez, indicó que el rechazo del Reino Unido es un claro mensaje de que no se quiere tomar en cuenta la versión de Kremlin.
"No se quiere desde la máxima instancia de la ONU que se presente otra versión desde el representante de Rusia ante el Consejo [Vasily Nebenzia] sobre los hechos y lo que permea los dichos de Ucrania. Sin duda deja latente de que en el Consejo de Seguridad hay un bloqueo hacia Rusia", dijo.
El académico aseguró que en el caso mediático de Bucha, el que sale afectado de Rusia, pues este tipo de información que apela a los sentimental genera antipatía y alenta la rusofobia.
"Sin duda, el país más afectado es Rusia, que tiende a recibir un rechazo de la comunidad internacional. Más allá de los Gobiernos, más allá de los países, va a haber mucha animadversión hacia los ciudadanos y las empresas rusas que pueden sufrir un bóicot más allá de lo que Washington y sus aliados han implementado", aseveró el académico e investigador.
Al respecto, Nader asegura que aunque los dichos de Ucrania se desmientan en los días siguientes, sobre Rusia pesará una mancha, al igual que pasó en el caso de Mariúpol, lo que genera la "demonización" de Rusia y a sus socios más cercanos.
"Tal vez en campo, en tierra, el Ejército ruso ha acabado con los batallones neonazis pero no se puede decir lo mismo de la guerra mediática y la guerra de propaganda", aseveró el historiador, quien alerta que posiblemente el montaje de Bucha no será el único que sea vea a lo largo del conflicto.