Lituania se ha convertido en el primer país de la Unión Europea (UE) que ha tomado la decisión de renunciar al gas procedente de Rusia, en respuesta al operativo ruso en Ucrania y a la exigencia de Moscú de pagar en rublos las compras de gas.
Las importaciones del gas ruso ya han sido suspendidas por el país báltico, que cubrirá sus necesidades con entregas de gas natural licuado a través de una terminal en Klaipeda, se señala en un comunicado del ministerio.
"Somos el primer país de la UE entre los países suministrados por Gazprom que se independiza del suministro de gas ruso, y esto es el resultado de una política energética coherente de varios años y de decisiones oportunas en materia de infraestructuras", dijo el ministro lituano de Energía, Dainius Kreivys, que destacó que se trata de un "punto de inflexión en la historia de la independencia energética" del país.