El mayor comerciante de petróleo del mundo planea dejar de operar con el crudo ruso

La empresa suizo-neerlandesa Grupo Vitol, el mayor comerciante de petróleo en el mundo, planea dejar de operar con el crudo ruso para finales de este año, reporta la agencia Bloomberg citando a un portavoz de la compañía. 
El representante de la firma aseguró al medio que los volúmenes de petróleo ruso manejado por Vitol "disminuirán significativamente en el segundo trimestre a medida que declinen las obligaciones contractuales vigentes". Mientras, la renuncia a la comercialización del crudo y productos refinados rusos "se completará para finales de 2022". 
La empresa también aseguró que no cerrará nuevos tratos relacionados con el petróleo ruso y que todas las adquisiciones actuales se realizan en el marco de los acuerdos previamente firmados. 
El anuncio de Vitol llega luego de que un asesor del presidente ucraniano Vladímir Zelenski se dirigiera a Vitol y otros comerciantes petroleros, instando a terminar los negocios con las empresas del sector de combustibles fósiles ruso, argumentando que los ingresos se usan para financiar el operativo militar de Moscú en Ucrania. 
El mes pasado, el director ejecutivo de Vitol, Russel Hardy, anunció que la entidad cerró sus negocios al contado con Rusia, pero seguía cumpliendo los contratos a largo plazo y estaba ponderando si desprenderse de su participación en el proyecto petrolero Vostok, del gigante ruso Rosneft, detalla la agencia.
Tras el inicio de la operación militar especial muchas empresas de la industria petrolífera emprendieron pasos para cortar su cooperación con Rusia y frenaron sus inversiones en proyectos conjuntos. Tales compañías fueron las británicas BP y Shell, la estadounidense Exxon Mobil, entre otras.
Mientras, desde la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) advirtieron a principios de esta semana que las sanciones impuestas a Rusia, junto con las que están por llegar, podrían generar una de las peores crisis de suministro de petróleo de la historia. 
En particular, el secretario general del organismo, Mohammad Barkindo, habló sobre la posible pérdida de "más de 7 millones de barriles al día de petróleo ruso y de otras exportaciones de [combustibles] líquidos", señalando que "sería casi imposible" compensarla.