Pekín recalcó enérgicamente su desacuerdo con recientes declaraciones del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, quien afirmó este martes ante el Congreso estadounidense que Washington ayudará a Taiwán a aumentar su capacidad de defensa asimétrica para disuadir un potencial ataque de la China continental.
Blinken aseguró, en concreto, que la Administración de Joe Biden está "decidida a asegurarse de que [Taiwán] disponga de todos los medios necesarios para defenderse de cualquier potencial agresión, incluida una acción unilateral de China, para alterar el status quo que se mantiene desde hace muchas décadas".
"Deploramos y rechazamos la declaración del secretario Blinken en su comparecencia ante el Congreso el 26 de abril, de que la Administración está decidida a asegurarse de que Taiwán tenga todos los medios necesarios para defenderse de cualquier potencial agresión", escribió este jueves en Twitter el jefe del departamento de información del Ministerio de Exteriores de China, Xie Yongjun.
"EE.UU. admite que Taiwán es parte de China, pero sigue hablando de una así llamada potencial 'agresión' de China contra Taiwán. ¿Qué sentido tiene decirlo? ¿No es contradictorio, ya que un país no puede 'invadir' parte de su propio territorio?", preguntó el funcionario, reiterando las palabras del portavoz del ministerio, Wang Wenbin.
En rueda de prensa, Wang declaró este miércoles que Pekín deplora y rechaza la declaración de Blinken sobre la isla, y recordó que los dirigentes norteamericanos "han declarado en varias ocasiones que EE.UU. no apoya la 'independencia de Taiwán'", lo que, sin embargo, no ha impedido a Washington seguir vendiéndole armas y tener contactos oficiales con las autoridades locales, enviando así "señales erróneas a las fuerzas separatistas".
"La parte estadounidense no debe subestimar la fuerte resolución, determinación y capacidades de los 1.400 millones de chinos para defender la soberanía nacional y la integridad territorial. Renegar del compromiso empujará a Taiwán a aguas peligrosas y supondrá un costo insoportable para el propio EE.UU.", aseveró el portavoz de Exteriores chino, quien subrayó que "el principio de una sola China es lo que sustenta la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán".
Washington no reconoce a Taiwán, que se autogobierna con una administración propia, como un país independiente, pero mantiene una política de ambigüedad estratégica hacia la isla, reservándose el derecho a mantener relaciones especiales con Taipéi, que, en su opinión, toma sus propias decisiones.
Pekín insiste en que cualquier negociación con Taiwán que pase por encima del Gobierno central chino viola el principio clave de su política de una sola China y las disposiciones de los tres comunicados conjuntos suscritos por China y EE.UU.
La mayoría de los países, incluida Rusia, reconocen a Taiwán como parte integral de la República Popular China, que a su vez considera a la isla como una provincia propia.