Un bioplástico basado en brotes de plantas, capaz de descomponerse en un plazo máximo de 10 años, ha sido desarrollado por Alekséi Vetlúguin, el finalista del concurso 'Líderes de Rusia', el proyecto estrella de la plataforma presidencial 'Rusia es un país de oportunidades'. "Los productos fabricados con dicho material se descompondrán de forma natural después de su uso, es decir, no será necesario reciclarlos y serán respetuosos con el medio ambiente", reza el comunicado que informa sobre el invento.
"En 70 años, la humanidad ha producido más de 8.000 millones de toneladas de plástico, que tarda una media de 400 años en descomponerse. Todo el plástico, que ya está disperso por la Tierra, debe recolectarse y reciclarse", especificó Vetlúguin.
"Nuestra tarea era encontrar una composición y una forma de obtener un material que se descompusiera más rápido y de la manera más natural. Por ejemplo, un tarro hecho con nuestro bioplástico en 7-10 años se convertirá automáticamente en una biomasa, inofensiva para el medio ambiente", aseguró.
Vetlúguin precisó que en el proceso de creación del material participaron en total 10 especialistas, entre ellos biólogos, químicos y tecnólogos industriales, que necesitaron más de un año para obtener la fórmula correcta. Explicó que bioplástico está compuesto por polietileno de baja presión y un concentrado de microcelulosa y cascarillas de trigo sarraceno y arroz.
Además, señaló que el nuevo material es "apto para la producción de cualquier artículo de polietileno para la industria alimentaria y no alimentaria, especialmente de recipientes de paredes gruesas, como barriles, cisternas y botes". "Para nosotros era importante prever que después de agregar el concentrado, el bioplástico mantuviera sus características técnicas", explicó su desarrollador, señalando que "el período de su descomposición natural puede reducirse aún más", pero esta opción fue considerada como poco práctica.
"Por regla general, la vida útil de los aceites y líquidos técnicos es de 5 años, por lo que hemos establecido un margen de resistencia del material para el contenedor de 7 a 10 años", dijo Vetlúguin, quien planea próximamente registrar una patente de su invento y empezar la producción en Rusia.