Un puesto de control en la provincia rusa de Kursk, limítrofe con Ucrania, fue atacado con morteros, declaró el gobernador de la región, Román Starovóit.
"La mañana [el 29 de abril] en el distrito fronterizo de Rilsk no fue tranquila. Alrededor de las 8.00 hora local [GMT+3], un ataque con morteros fue lanzado contra el puesto de control en la localidad de Krupets", publicó Starovóit en su canal de Telegram.
El gobernador señaló que los guardafronteras lograron repeler el ataque.
Starovóit apuntó, además, que los disparos no causaron daños personales ni materiales.