Yemen amenaza con atacar “objetivos muy sensibles” de Emiratos en represalia por una campaña “deliberada” para matar de hambre al pueblo yemení.
Refiriéndose al asedio impuesto a Yemen, un miembro del Consejo Político Supremo de Yemen, Muhamad Ali al-Houthi, afirmó el lunes a la cadena libanesa de televisión Al-Mayadeen que hay intentos “deliberados” de matar de hambre al pueblo yemení, que la Organización de las “Naciones Unidas lo está encubriendo”.
Pero “no nos quedaremos de brazos cruzados” ante esta situación, destacó Al-Houthi después de que varias agencias de la ONU advirtieron la misma jornada que Yemen está “al borde de una catástrofe absoluta”, con 17,4 millones de personas que necesitan ayuda para alimentarse y sobrevivir.
El alto funcionario yemení alertó a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) —cómplice de la agresión y el bloqueo impuestos por Arabia Saudí contra Yemen—, que sus ciudades de “Dubái y Abu Dabi estarán en el punto de mira” de los ataques de represalia yemeníes.
“Tenemos la capacidad de atacar objetivos muy sensibles”, aseveró Al-Houthi y agregó que cualquier decisión relacionada depende de la evaluación que realice el líder del movimiento popular Ansarolá, Abdulmalik al-Houthi, el jefe del Consejo Político Supremo y el Ministerio de Defensa de Yemen.
En otra parte de sus declaraciones se refirió al papel de EE.UU. y el régimen israelí en la guerra contra Yemen, denunciando que “Estados Unidos está liderando la agresión contra Yemen”.
También enfatizó que “Israel debe abstenerse de cometer actos dañinos contra el pueblo yemení, de lo contrario, se atacarían objetivos muy sensibles dentro [de los territorios ocupados]”.
Más temprano, el líder de Ansarolá denunció que la guerra económica librada por la coalición agresora liderada por Arabia Saudí en Yemen tiene como objetivo “torturar al pueblo yemení y elevar el nivel de su sufrimiento” y advirtió que Yemen “no quedará de brazos cruzados ante la continuación del asedio”.
La agresión contra el país más pobre del mundo árabe comenzó en marzo de 2015, con el inicio de una campaña de bombarderos y bloqueos de Riad y sus aliados que tenía como objetivo restaurar en el poder al fugitivo expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi y aplastar Ansarolá.
Esta coalición respaldada por EE.UU. no ha logrado ninguno de sus objetivos y su agresión solo ha dejado millones muertos y desplazados, así como la destrucción de la infraestructura y la propagación de hambruna y enfermedades infecciosas en Yemen.