El organismo declara que tiene pruebas de que el Servicio de Seguridad de Ucrania, con el apoyo de unos países extranjeros, "está preparando un montaje con sustancias tóxicas contra civiles" que tiene por objeto acusar a Rusia de usar armas químicas.
El Ministerio de Defensa subraya que las unidades rusas que participan en la operación militar especial "no tienen y no pueden tener municiones químicas. A diferencia de EEUU, Rusia hace mucho que ha cumplido con los compromisos internacionales y destruyó por completo todos los arsenales de armas químicas".
Para prevenir los montajes de los nacionalistas ucranianos con sustancias tóxicas, los militares rusos toman bajo su control en el territorio liberado las instalaciones peligrosas y garantizan su seguridad.
Entre los documentos obtenidos por los militares rusos hay un mapa de Ucrania con varios objetivos marcados y nombres de sustancias tóxicas, algo que permitirá descubrir cualquier intento del Servicio de Seguridad de Ucrania de realizar un montaje.
La Defensa también desmintió una noticia compartida por el fiscal general de Ucrania y que por el momento circula en los medios occidentales. De acuerdo con la publicación, los militares rusos dispararon contra unas personas que estaban en la cola en una calle de la localidad de Chernígiv.
En realidad, "no hay y no hubo militares rusos" en dicha ciudad. En las imágenes del incidente, no se pueden ver huellas de sangre ni destrucción, lo que demuestra que no son más que "víctimas del terror de los ultranacionalistas ucranianos" o protagonistas de "un montaje".
Además, afirmó que las acusaciones de Kiev sobre un supuesto ataque aéreo ruso contra un edificio de teatro en la ciudad ucraniana de Mariúpol donde se refugiaban civiles, no corresponden a la realidad.
"El 16 de marzo, la aviación rusa no llevó a cabo ninguna tarea relacionada con ataques contra instalaciones terrestres en la ciudad de Mariúpol", comunicó el ente castrense.
