Moscú cree que fueron los ataques estadounidenses a Belgrado los que iniciaron los bombardeos y la erosión del orden mundial, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Asimismo, negó que Rusia haya usado bombas de fósforo durante su operación militar en Ucrania.
"Rusia nunca ha violado las convenciones internacionales. Para detalles, les recomendamos que se dirijan al Ministerio de Defensa", dijo Peskov a los periodistas.
Además, afirmó que el Gobierno de Rusia resta importancia a la eventual expulsión del país del G20 aunque considera importante este formato.
"En cuanto al formato del G20, es importante, pero por otro lado, en condiciones actuales, cuando la mayoría de los participantes de este formato se encuentran en estado de guerra económica contra nosotros por su iniciativa, no pasará nada fatal", dijo Peskov.
El mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó el 24 de marzo que "las tropas rusas han usado bombas de fósforo contra civiles en Ucrania" y calificó de "real" el peligro de que Rusia llegue a usar armas químicas a gran escala en territorio ucraniano.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció el 24 de febrero pasado el lanzamiento de una "operación militar especial" en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al "genocidio" por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es "la desmilitarización y la desnazificación" de Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
Del 24 de febrero al 23 de marzo, las hostilidades en Ucrania causaron la muerte de al menos 1.035 civiles y dejaron heridos a otros 1.650, pero el balance real es mucho más alto, según la ONU. La mayoría de estas víctimas civiles, entre las que hay 90 niños muertos y 118 heridos, son resultados de ataques aéreos y de artillería.
Más de 3,67 millones de ucranianos buscaron refugio en los países vecinos, a lo que se suman unos 6,5 millones de desplazados dentro de Ucrania.