Un niño israelí de cuatro años residente de Jerusalén ha sido diagnosticado con poliomielitis después de que se supiera que no estaba vacunado contra la enfermedad que se creía erradicada, ya que desde 1989 no se registraban casos en el país, informó el Ministerio de Salud.
"La vacunación es la única forma de proteger a los niños de esta enfermedad paralizante que es altamente infecciosa", señaló el Ministerio.
El paciente parece haber sido infectado con una cepa que ha sufrido mutación y podría causar enfermedad en quienes no están vacunados, por lo que el Ministerio de Salud hizo un llamado a la vacunación de quienes no lo hayan hecho.
La administración regional de Salud de Jerusalén abrió una investigación epidemiológica y está en contacto con el niño y su familia para recibir instrucciones específicas.
Asimismo, el Ministerio dijo que se han encontrado "indicios del virus en muestras de aguas residuales en el área", aunque eso había ocurrido en el pasado sin que se informase después sobre ninguna infección.
El caso en Jerusalén se produce al tiempo que se informó de un brote del virus en Malawi. La cepa encontrada en el brote allí estaba vinculada a una que circulaba en Pakistán, donde todavía es endémica. La poliomielitis también es endémica en Afganistán.
La poliomielitis es una enfermedad altamente infecciosa que invade el sistema nervioso y puede causar parálisis total en cuestión de horas. Si bien no existe una cura, se puede prevenir con una vacuna, según alertó la Organización Mundial de la Salud. Como resultado, un niño pequeño puede quedar paralizado en la mitad de su cuerpo, informó el canal 12.