Tras perder la liga universitaria de EEUU con la nadadora transgénero Lia Thomas, la segunda y tercera pidieron a la cuarta clasificada subir con ellas al podio, dejando a Thomas fuera.
La última y reciente victoria de la transgénero Lia Thomas ha vuelto a generar una importante polémica en el mundo de la natación. La estadounidense se llevó el oro el viernes en las 500 yardas (400 metros aproximadamente) y lo hizo tras imponerse a Emma Weyan y Erica Sullivan, ambas plata en los Juegos Olímpicos de Tokio del pasado verano.
Thomas, que cuando nadaba como hombre ocupaba la posición 462 en el ranking masculino del país, ahora es número uno en el femenino. Tras proclamarse hace unos días como la primera mujer transgénero campeona en la liga universitaria de Estados Unidos sólo explicó que “Es simple. No soy un hombre”.
Ha despertado más que desapego entre sus rivales por su invasión del plano deportivo. Desde la grada, hubo una parte del público que se manifestó en contra de la participación de Thomas, con pancartas en las que se podía leer “Salvad al deporte femenino”.
Ya en el podio tras ganar Thomas a Weyan y Sullivan, segunda y tercera, ambas se apartaron de Thomas y pidieron a la cuarta clasificada, Brooke Forde, que subiera con ellas a la palestra, dejando a la campeona a un lado de la foto (que ilustra esta noticia).
La tres veces campeona olímpica Nancy Hogshead-Makar sirvió del altavoz al resto de deportistas para evidenciar -entre otros- las incomodidades que surgen al tener a Thomas en el vestuario femenino. “No siempre se cubre sus genitales masculinos cuando se cambia, estas preocupaciones son ignoradas por los entrenadores”.
Pero lo que especialmente ven injusto es que el deporte femenino se va amenazado por la participación de competidoras transgénero. Así lo expresó anteayer el presidente de la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics), Sebastian Coe, “La integridad del deporte femenino, si no tomamos medidas para su futuro, es muy frágil”, afirmó el presidente del atletismo mundial al diario británico The Times.
Según el excorredor de medio fondo, más allá de los debates sociales y las cuestiones de la ideología de género inclusiva, la presencia de deportistas transgénero en las competiciones supone un problema para la garantía de la igualdad de oportunidad. “El género no puede ganar a la biología”, señaló.