De acuerdo con los resultados de un nuevo estudio publicado recientemente por la revista Nature, una terapia genética experimental, como parte de un tratamiento realizado en 2010, transforma las células sanguíneas en asesinas de cáncer podría cambiar la manera de tratar esta enfermedad dolorosa.
Dos casos demuestran que el tratamiento, llamado terapia celular CAR-T, puede atacar el cáncer inmediatamente, permanecer en el organismo durante años y evolucionar para mantener a raya la enfermedad.
En este marco, el tratamiento consiste en recolectar células T del enfermo, células sanguíneas blancas cruciales en el sistema inmunitario, y modificarlas genéticamente en el laboratorio para que ataquen las células cancerosas y luego devolverlas al paciente por vía intravenosa.
La noticia ha llegado 10 años después de que un enfermo de leucemia, Doug Olson, recibiera por la primera vez dicho tratamiento y más de una década después no hay señal de cáncer en su organismo.