Un número no especificado de plantas de energía nuclear de EE.UU. usan piezas falsificadas que podrían generar graves riesgos de seguridad, revela un informe.
Una investigación realizada por la Oficina del Inspector General de la Comisión Reguladora Nuclear (NRC, por sus siglas en inglés) de EE.UU. dio a conocer que algunas plantas de energía nuclear en este país funcionan con piezas falsificadas o defectuosas que podrían presentar riesgos significativos. Estas piezas “plantean preocupaciones de seguridad nuclear que podrían tener graves consecuencias”, alerta el informe, publicado el 9 de febrero.
La investigación de NRC se inició después de que denunciantes no identificados alegaran que “la mayoría, si no todas” de las plantas nucleares en Estados Unidos usaban “artículos falsificados, fraudulentos y sospechosos (CFSI, por sus siglas en inglés)”.
CFSI se refiere a partes que fueron alteradas ilegalmente para parecer productos legítimos o que no cumplían con las especificaciones del producto.
De acuerdo con el informe, más de 100 “incidentes” de piezas falsas en reactores fueron señalados por el Departamento de Energía (DOE) estadounidense solo el año pasado.
El reporte además advierte de un aumento del riesgo de que las piezas falsificadas pasen desapercibidas en las plantas de energía nuclear sin una mayor supervisión por parte de la NRC. Sin embargo, lamenta que la NRC no ha investigado a fondo todas las denuncias de falsificación. En septiembre de 2021, 55 plantas de energía nuclear estaban operando en EE.UU., y la Oficina del Inspector General examinó solo cuatro para su informe.
La primera falla identificada fue el eje de una bomba de agua utilizada para el servicio de emergencia que se rompió poco después de la instalación.
En una planta separada, los monitores de temperatura en “áreas sensibles a la seguridad” utilizados para detectar rupturas en las líneas de vapor fallaron repentinamente “a un ritmo significativamente mayor”. Previo a esta falla, algunos de los instrumentos habían sido reparados con piezas defectuosas.
El jueves, el portavoz de la NRC, Scott Burnell, declaró a la agencia británica de noticias Reuters, que un equipo de operaciones ha comenzado a “revisar a fondo” los hallazgos y subrayó que “nada en el informe sugiere una preocupación de seguridad inmediata”. No obstante, los investigadores habían advertido sobre “preocupaciones de seguridad que podrían tener graves consecuencias”.
El informe se publicó antes del llamado del viernes de DOE para recibir aportes públicos sobre un programa de 6000 millones de dólares para preservar los reactores nucleares envejecidos, financiado por la ley de infraestructura de un billón de dólares de la Administración de Joe Biden.