Imaginaria “invasión rusa a Ucrania”

Rusia ha sido objeto de un ataque mediático destinado a desacreditar sus demandas de garantías de seguridad, informa el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.

En un comunicado emitido el viernes, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia informó de un ataque mediático con el objetivo de desacreditar sus demandas legítimas de garantías de seguridad y desviar los pensamientos de que Moscú tiene la intención de invadir Ucrania.
Asimismo, la Cancillería rusa aclaró que a finales de 2021 y principios de este 2022, Moscú estaba bajo diferentes ataques mediáticos sin precedentes, destinados a convencer a la comunidad global de que Rusia estaba planeando una invasión a Ucrania.
“Las publicaciones falsas en los medios occidentales son una prueba de que se está llevando a cabo un ataque mediático coordinado contra Moscú, destinado a socavar y desacreditar las justas demandas de Rusia en cuanto a la provisión de garantías de seguridad, así como a justificar las aspiraciones geopolíticas occidentales y la invasión militar al territorio de Ucrania”, señaló el Ministerio ruso.
La solicitud rusa incluye entre otras demandas poner freno a una mayor expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en particular a Ucrania y Georgia; y la retirada de las tropas y armamentos de la Alianza a las posiciones que ocupaban antes de 1997.
Ante esta iniciativa de distensión rusa, el pasado 26 de enero, EE.UU. y la OTAN respondieron por escrito a las propuestas formuladas por Moscú. Sin embargo, la misma jornada y en una primera reacción Rusia destacó que la respuesta a sus propuestas de seguridad debería ser vinculante, si bien admitió que incluso esto no eliminaría totalmente la tensión.
A su vez el presidente ruso, Vladimir Putin, ha criticado que en su respuesta escrita, el Occidente no ha respondido a las demandas fundamentales de Moscú sobre seguridad de la zona del Este, puesto que las preocupaciones de principio de Rusia “han sido ignoradas”.
El Occidente también acusa a Rusia de planear una invasión militar a Ucrania, argumentando la acumulación militar rusa en la zona; no obstante, Moscú asegura que su presencia militar en sus fronteras responde a la necesidad de defensa y disuasión ante la amenaza de una posible ofensiva de la OTAN.