Los testimonios de mujeres que dicen haber sido abusadas por el pastor revelan que el religioso ofreció un “abrazo terapéutico” y, con ese pretexto, frotó su propio cuerpo sobre las víctimas.
“En la relación como pastor, como terapeuta, ganaba confianza, daba esos abrazos y evolucionaba hasta llegar al abuso”, dijo a O Globo el delegado Angelo Lages, jefe de la DP 66 (Piabetá), responsable de las investigaciones. periódico.
Según las investigaciones, el pastor todavía guiaba a los fieles a decir que estaban "calientes" para mejorar la autoestima.
El supuesto proceso terapéutico del religioso también incluía un pedido para que las mujeres se tomaran fotos íntimas o incluso en lencería al servicio, quedando solo en ropa interior en la oficina.
“Me pidió que le trajera fotos mías en ropa interior y sostén. Dijo que, si prefería, podía llevar algo de lencería a la próxima cita y mostrarla en mi cuerpo. Le respondí que no haría eso y me llamó rebelde. Salí de ahí”, dijo una de las víctimas.
