El papa Francisco dio el primer paso el lunes para reorganizar la poderosa oficina de doctrina del Vaticano, destituyendo al funcionario número 2, ampliamente considerado responsable de un controvertido documento que prohíbe las bendiciones para parejas del mismo sexo porque Dios "no puede bendecir el pecado".
Francisco nombró al arzobispo Giacomo Morandi, actualmente secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, obispo de la diócesis italiana de Reggio Emilia-Guastalla. La medida equivale a una degradación ya que Morandi actualmente tiene el título de arzobispo, pero se dirige a una pequeña diócesis, no a una arquidiócesis.
El Vaticano dijo que Morandi, no obstante, conservaría el título de arzobispo "ad personam".
En general, se lo consideraba el responsable del documento de marzo de 2021 que indignó a la comunidad gay, que Francisco se ha esforzado por dar la bienvenida a la iglesia.
El documento declaró que la Iglesia Católica no bendecirá las uniones entre personas del mismo sexo porque Dios "no puede bendecir el pecado". El documento decía que Francis había sido informado del documento y "dio su consentimiento" a su publicación, pero aparentemente Francis fue tomado por sorpresa por su impacto.
Desde entonces, Francis ha hecho varios gestos de acercamiento a la comunidad católica gay y sus defensores, incluida una carta reciente en la que felicitaba a una monja estadounidense una vez sancionada por la CDF, la hermana Jeannine Gramick, por sus 50 años de ministerio LGBTQ.
La CDF está actualmente dirigida por el cardenal jesuita Luis Ladaria, pero se espera que se jubile relativamente pronto ya que cumplirá 78 años en abril, tres años más allá de la edad normal de jubilación para los obispos.
Aparte de Morandi, hay dos "secretarios adicionales" en la CDF, incluido el arzobispo estadounidense Joseph Di Noia, quien también se jubilará pronto ya que cumplirá 79 años en julio. El otro es el arzobispo Charles Scicluna, pero tiene un trabajo de tiempo completo como arzobispo de Malta.
Las jubilaciones inminentes y la transferencia de Morandi sugieren, por lo tanto, algunos cambios de gestión en la oficina, aunque probablemente no se anunciarán hasta que Francisco publique el plan de su reforma de la burocracia general del Vaticano, esperada en algún momento de este año.
