La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajarova, declaró, en una rueda de prensa, que el país observa con atención la situación en la frontera entre Tayikistán y Afganistán, según informaron el jueves los medios locales.
De hecho, aseveró, Moscú y Dusambé mantienen contactos entre sus Departamentos de Defensa, los servicios fronterizos, así como las misiones diplomáticas con el fin de fortalecer la capacidad de defensa de Tayikistán.
Haciendo hinapié en que las capacidades del personal militar ruso y su base en Tayikistán son suficientes para resistir ante cualquier amenaza, dijo que el país euroasiático está listo para responder rápidamente y destruir al grupo armado Talibán, en caso de la más mínima amenaza para sus aliados.
“Si es necesario, se tomarán las medidas más decisivas, de acuerdo con los principios de la alianza y asociación estratégica ruso-tayika”, advirtió la diplomática rusa.
A pesar de que el grupo armado, tras tomar el poder en Afganistán a mediados de agosto, declarara que no tenía intención de atacar a los Estados vecinos, Moscú está muy preocupado por las actividades imprevistas de los insurgentes, lo que, según los expertos, desataría una guerra regional.
En este sentido, la Cancillería rusa remarcó en septiembre que enviaría un equipo militar a las fronteras del sur de Tayikistán ante un posible conflicto entre este último y Talibán.
Asimismo, Rusia ha enviado 12 vehículos blindados y una variedad de productos, incluido equipo de combate cuerpo a cuerpo y equipo de protección, a Dusambé, tal y como informó la Cartera rusa, destacando que tal hecho modernizaría considerablemente las capacidades militares de Tayikistán.
Dusambé atraviesa una situación de riesgo por la incertidumbre que reina en el país, después de que los talibanes llegaron al poder, ya que el país comparte con Afganistán una frontera de más de 1100 kilómetros.