Conforme a este plan expansionista, en la primera fase se construirán 4000 unidades en áreas rurales.
El régimen de Israel busca aumentar sus asentamientos tanto en los altos del Golán ocupados como en los territorios palestinos, y para conseguirlo, según informes, ha ofrecido privilegios especiales para atraer a los colonos judíos a vivir en estas áreas.
Israel ocupó parte de la meseta del Golán (en el sur de Siria), tras la guerra de los Seis Días en 1967, e incorporó esta zona a su sistema jurídico en 1981, lo que implica una anexión de facto.
Desde entonces, ciertos órganos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han urgido al régimen israelí a desocupar la zona y respetar la soberanía y la integridad territorial de Siria.
Ante tal coyuntura, el régimen de Tel Aviv, respaldado por Estados Unidos, ha hecho caso omiso a los rechazos internacionales en su contra y sigue construyendo más asentamientos ilegales.
En este sentido, el 11 de octubre, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, afirmó en un discurso que el régimen tenía la intención de volver a “duplicar y otra vez duplicar” el número de sus viviendas en el Golán ocupado.
