Al menos ocho personas murieron y una docena estaban en paradero desconocido tras un día de lluvias torrenciales en el estado sureño indio de Kerala.
El domingo había operaciones de rescate en marcha después de que los aguaceros castigaran al estado el día anterior, y provocaran inundaciones repentinas y aludes de tierra, según la agencia de noticias Press Trust of India (PTI).
La Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres y el Ejército Indio desplegaron equipos para ayudar con las labores de rescate en dos de los distritos más afectados, Kottayam e Idukki, donde aún había una docena de personas en paradero desconocido.
El sábado, cuando comenzaron las intensas lluvias, las televisoras mostraban imágenes de gente que trabajaba con el agua hasta el pecho para rescatar a los pasajeros de un autobús casi sumergido por los torrentes que anegaron las calles.
Los chaparrones han remitido, según las autoridades, aunque se temía que la cifra de muertos podría subir mientras continuaban las operaciones de auxilio y rescate.
El gobierno federal supervisaba la situación en Kerala y prestaría cualquier apoyo posible al estado, según el ministro del Interior, Amit Shah. “Rezando por la seguridad de todos”, dijo en un tuit.
Kerala sufrió en 2018 unas inundaciones catastróficas debido a fuertes lluvias en plena temporada del monzón, en las que murieron 223 personas y cientos de miles se vieron desplazados de sus hogares.