El Papa anuncia que declarará Doctor de la Iglesia a San Ireneo de Lyon

 El Papa Francisco se ha reunido esta mañana con los miembros del Grupo de trabajo mixto ortodoxo-católico «San Ireneo» en la Sala Clementina del Vaticano. Dicho grupo, que se esta reuniendo por primera vez en su sesión anual, realiza un importante trabajo teológico al servicio de la comunión entre católicos y ortodoxos.
El Papa les ha dicho que es bueno cultivar una unidad enriquecida por las diferencias, que no ceda a la tentación de una uniformidad estandarizada: «esto es siempre malo, no en el buen espíritu» y los ha animado a que se comparen «para comprender cómo los aspectos contrastantes presentes en nuestras tradiciones, más que alimentar oposiciones, pueden convertirse en legítimas oportunidades para expresar la fe apostólica común».
El Pontífice también les ha hablado acerca de su patrón, San Ireneo de Lyon, quien vino de Oriente y ejerció su ministerio episcopal en Occidente y «fue un gran puente espiritual y teológico entre los cristianos de Oriente y Occidente». Francisco además les ha confirmado que pronto declarará a San Ireneo de Lyon «Doctor de la Iglesia» con el título de «Doctor Unitatis».
«Su nombre, Ireneo, lleva la impronta de la palabra paz». El Papa ha asegurado que que la paz del Señor no es una paz «negociada», fruto de acuerdos para proteger intereses, sino una paz que reconcilia, que restablece la unidad: «Esta es la paz de Jesús».
San Ireneo, padre de la Iglesia del siglo II
San Ireneo, educado en Esmirna; fue discípulo de la San Policarpo, obispo de aquella ciudad, quién a su vez fue discípulo del Apóstol San Juan. En el año 177 era presbítero en Lyon (Francia), y poco después ocupó la sede episcopal de dicha ciudad.
Las obras literarias de San Ireneo le han valido la dignidad de figurar prominentemente entre los Padres de la Iglesia, ya que sus escritos no sólo sirvieron para poner los cimientos de la teología cristiana, sino también para exponer y refutar los errores de los gnósticos y salvar así a la fe católica del grave peligro que corrió de contaminarse y corromperse por las insidiosas doctrinas de aquellos herejes.
Recibió la palma del martirio, según se cuenta, alrededor del año 200.