Sequía extrema y una desigual ley del agua en Oregón agrava la situación de los agricultores

Las condiciones críticamente secas han persistido en la última semana en el noroeste del país, con enormes impactos en la agricultura y vida silvestre, además del temor por los incendios forestales.
"El caudal natural del Deschutes en este momento es menor que el que se haya visto nunca", cuenta Phil Fine, agricultor. Asegura que tuvieron que cerrar por la falta de agua.
Más del 71% de Oregón se encuentra ya en situación de sequía extrema, con una cuarta parte del Estado en una situación excepcional, algo a lo que ni se acercaban solo hace un año.
Pero más al sur, cruzando una línea invisible que separa el distrito de riego de Fine del siguiente, el paisaje cambia, y también la situación de los agricultores como Matt Lisignoli. Su granja, dice, "está en el Distrito de Riego de Oregón Central, que tiene derechos de agua superiores".
"Me siento muy afortunado en mi situación porque hemos tenido agua suficiente aquí. Pero al poder cultivar en el Distrito de Riego de la Unidad Norte, también siento la quema y cómo nos ha perjudicado en cuanto a lo que podemos y no podemos hacer. Todas mis cosechas han disminuido en cuanto al tonelaje, el rendimiento y la calidad porque se nos cortó el agua muy pronto".
Son las consecuencias de la arcana ley del agua del Oeste americano que da derechos en función del orden de llegada. En medio de una catastrófica sequía, los distritos con reclamaciones recientes de agua se han quedado sin nada mientras que quienes tenían peticiones de hace más de un siglo solo han tenido que reducir modestamente su gasto.
"Queremos ser capaces de mover el agua de forma más flexible sobre una base voluntaria e incentivada. Así, si alguien quiere utilizar menos agua en el Distrito de Riego de Oregón Central, por ejemplo, debería tener más facilidad para dejar que el Distrito de Riego de la Unidad Norte u otros distritos menores recojan esa agua", dice Kate Fitzpatrick, directora ejecutiva de la entidad de conservación.
Pero las propuestas no convencen a los agricultores, que solo ven soluciones a corto plazo. Confían en que las discusiones sobre el llamado "banco de agua" basado en un mayor protagonismo del mercado libre lleguen a buen puerto antes de que sea demasiado tarde.