Efectos secundarios de las vacunas contra la COVID-19



Pfizer-BioNTech
El efecto secundario de Pfizer al que se ha dedicado más tiempo ha sido el riesgo de inflamación del corazón, conocido como miocarditis, especialmente en hombres jóvenes. Aunque hasta ahora no hay datos suficientes para poder estimar la tasa de incidencia, se considera que es un efecto secundario extremadamente raro.
Un estudio preliminar sugiere que es seis veces más probable que la miocarditis se presente en alguien tras una infección por coronavirus que tras una vacuna.
El 12 de agosto, la UE dijo que estaba investigando las vacunas de Pfizer y Moderna después de un pequeño número de informes sobre nuevos efectos secundarios, entre ellos la inflamación de los riñones, un trastorno renal con gran pérdida de proteínas en la orina y una reacción alérgica en la piel.

Moderna
Además de la investigación en curso de la UE sobre los nuevos efectos secundarios, que según la EMA forma parte de un proceso de actualización rutinario, se han notificado otros efectos secundarios menos comunes de la vacuna Moderna.
Para 1 de cada 1.000 personas, existe la posibilidad de que se produzca una parálisis temporal de un lado de la cara, conocida como parálisis de Bell, o una hinchazón (sobre todo en el caso de quienes se han sometido a inyecciones cosméticas). Otros efectos secundarios son los mareos o la disminución del sentido del tacto.
En casos aún más raros, también se ha informado de miocarditis, aunque todavía no se dispone de datos adecuados para estimar la frecuencia de los casos asociados a la vacuna.

AstraZeneca/Oxford
Tras los informes de abril que relacionaban la vacuna de AstraZeneca con los coágulos sanguíneos, varios países de la UE retiraron la vacuna o la sometieron a restricciones. Entre ellas se incluyen diferentes límites de edad.
Desde entonces, los estudios han demostrado que el riesgo de formación de coágulos es similar al de las vacunas Pfizer y Moderna. Las tasas de trombosis venosa profunda -una enfermedad en la que se producen coágulos de sangre en las venas profundas del cuerpo, normalmente en los brazos, las piernas o la ingle- también fueron similares a las de la vacuna de Pfizer. Según los datos del NHS, sólo una de cada 10.000 personas se vería afectada.

Johnson & Johnson (Janssen)
En julio, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) informó de varios casos relacionados con un posible efecto secundario de la vacuna, el síndrome de Guillain-Barré. Un centenar de personas desarrollaron este trastorno inmunológico, que debilita los músculos y en casos extremos provoca parálisis, tras recibir una dosis de la vacuna.
Los funcionarios de la agencia describieron el efecto secundario como un "pequeño riesgo posible" de recibir la vacuna. La mayoría de las personas se recuperan completamente del síndrome, aunque se ha informado de que uno de los 100 casos ha fallecido.
Según los datos del NHS, también se han registrado casos extremos de coágulos de sangre con plaquetas bajas que pueden afectar a una de cada 10.000 personas.