Hambre en Canaán. Abram se translada a Egipto y enseña a los egipcios

1. Cuando invadió el hambre a la tierra de Canaán y Abram averiguó que los egipcios estaban en buena situación, se dispuso a trasladarse allí para participar de su abundancia y escuchar la opinión de sus sacerdotes sobre los dioses, y luego seguirlos si los conceptos de ellos fueran mejores que los suyos, o convertirlos si los de él resultaran más verdaderos. Como tenía que llevar consigo a Sara y temía la intemperancia de los egipcios con respecto a las mujeres y de que el rey lo matase por la gran belleza de su mujer, recurrió al expediente de hacerse pasar por su hermano, y la instruyó para que dijera lo mismo, asegurándole que sería en su beneficio.
   Cuando llegó a Egipto sucedió lo que Abram había sospechado; la fama de la belleza de su mujer se había extendido por todas partes. El faraón, rey de Egipto, no se conformó con lo que le informaron, quiso verla personalmente, preparándose de antemano a gozarla. Pero Dios detuvo sus injustos deseos, enviándole una peste y una rebelión contra su gobierno. Cuando preguntó a los sacerdotes cómo se podría librar de las calamidades, le respondieron que su desdicha se debía a la ira de Dios, por haber querido abusar de la esposa del extranjero. Dominado por el temor, preguntó a Sara quién era y con quién había venido. Cuando supo la verdad pidió disculpas a Abram; creyendo que la mujer era su hermana y no su esposa, había querido emparentar con él casándose con la mujer y no abusar de ella incitado por la lujuria. Le dio grandes riquezas y lo relacionó con los egipcios más eruditos, con quienes Abram conversó, destacando y aumentando sü virtud y su reputación.

2. Los egipcios tenían anteriormente diversas costumbres, y se despreciaban mutuamente sus ritos sagrados, odiándose y ridiculizándose entre sí. Abram conferenció con cada uno de ellos refutando las razones que daban en abono de sus respectivas prácticas, y demostrando que esas razones eran vanas y carentes de verdad. Todos lo admiraban como a un hombre sabio, ingenioso y perspicaz cuando hablaba de cualquier tema; y no sólo para pensarlo sino también para explicarlo y lograr el consentimiento de los que lo escuchaban. Les enseñó aritmética y la ciencia de la astronomía; porque antes de la llegada de Abram a Egipto no conocían esas disciplinas, que llegó de Caldea a Egipto y de ahí pasó a los griegos. 3. En cuanto Abram volvió a Canaán dividió su tierra con Lot, debido a las disensiones de los pastores sobre las tierras de pastoreo, dejando a Lot la opción de elegir la parte que quisiese; y él se quedó con la parte restante, que eran las tierras más bajas situadas al pie de las montañas. Vivió en Hebrón, ciudad siete años más antigua que la de Tanis en Egipto. Lot poseyó la tierra de la llanura y el río Jordán, no lejos de la ciudad de Sodoma, que era entonces una buena ciudad y se encuentra ahora destruida por la ira de Dios, por la causa que luego señalaré en su lugar oportuno.