Debido al mal tiempo se declarará el estado de emergencia en Roma. Después de las fuertes lluvias hubo que cerrar varias estaciones de metro en la capital de Italia.
Las carreteras que conducen al aeropuerto están inundadas. Los daños causados por el desastre natural se estiman en decenas de millones de euros.
Bajo el agua permanecen muchas autopistas al sudoeste de Gran Bretaña y el tráfico ferroviario está paralizado. En la zona de la catástrofe se han registrado casos de saqueos.
En Eslovenia, que después de las lluvias heladas se cubrió de nieve, más de ochenta mil personas se han quedado sin luz y se ha cortado la corriente eléctrica en instalaciones industriales, hospitales y hogares.