El Departamento del Tesoro de Estados Unidos alertó este lunes que puede venir una suspensión de pagos con efectos catastróficos, si el país no logra incrementar el techo de deuda antes del 17 de octubre de este año.
En un informe publicado por dicho organismo, explican que “tal situación podría llevar a Estados Unidos a una crisis económica igual o peor que la de 2008”, la cual dejó secuelas que afectaron a millones de estadounidenses en 2013, precisa el texto.
El secretario del Tesoro estadounidense Jack Lew confirmó los cálculos que los expertos del departamento y advirtió que “el gobierno está a punto de alcanzar el tope de su deuda”, lo cual repercutiría significativamente en el poder adquisitivo de la población, así como en la obtención de recursos para redistribución por parte del Estado.
“Si el Congreso no eleva el límite de cantidad de dinero que el Gobierno estadounidense puede solicitar prestado, el país entrará muy pronto en suspensión de pagos”, dijo Law.
Agregó que el tope para pagar la deuda se alcanzará este viernes y que “el Tesoro podría emplear medidas adicionales para permitir al gobierno seguir aumentando su deuda”. “Esta estrategia sólo funcionará a finales de mes y el Congreso precisa actuar ya para extender su capacidad de préstamo”, explicó Law.
El documento indica que solo la posibilidad de suspender los pagos de la deuda “puede causar inestabilidad en los mercados financieros a causa de la incertidumbre, perjudicando así a las empresas y los hogares estadounidenses”, puntualizó.
Por otro lado, los miembros del Capitolio no han alcanzado una solución esta semana, por lo que estiman que el país quedará sin recursos a finales de mes, debido a la medidas extraordinarias que tendrá que tomar el Tesoro.
Legisladores demócratas han dicho que no van a negociar para elevar el límite. Mientras algunos conservadores y republicanos consideran la postura del presidente Barack Obama, citando sus temores de repetir los pasos que provocaron el “cierre del gobierno y el casi default en 2013”, precisa el departamento.
“Creo que fue una estrategia tonta”, comentó el representante republicano Adam Kinziger haciendo referencia a la paralización estatal. “El pueblo estadounidense y nuestra base quieren que peleemos, pero al final del día quieren que gobernemos”, destacó.
Por su parte,el vocero conservador de la Cámara de Representantes John Boehner, declaró la semana pasada “creemos que incumplir nuestra deuda es la cosa equivocada. No queremos hacer eso”.
Entre junio y octubre de 2013, la administración de Barack Obama sufrió los embates de una crisis financiera, tras la retención de los recursos para elevar el techo de la deuda por parte del Congreso, promovido por senadores republicanos ligados al Tea Party bajo el argumento de hacer recortes en gastos públicos.
Mientras la Casa Blanca (sede de Gobierno) propone a los senadores elevar el tope de la deuda a través de reformas estructurales que permitan dirigir los recursos con un control dentro y fuera del Congreso.