
De acuerdo con un informe de activistas de Derechos Humanos en Irán, los cristianos conversos Sara Rahimi-Neja, Mostafa Nadri, Majid Sheidaei, y George Isaian se habían reunido en casa de este último para celebrar el Año Nuevo cuando súbitamente policías del régimen de los mulás irrumpieron en la casa, golpearon y arrestaron a los cristianos. La policía islámica los ha trasladado a un lugar desconocido.
El informe añade que la policía islámica registró la casa de George Isaian, se apoderaron de algunas de sus pertenencias, incluyendo libros, notas personales , ordenadores, CD y DVD, receptor de TV por satélite, e incluso sus álbumes de fotos familiares.
Las familias de los detenidos cristianos fueron rechazadas cuando fueron a la prisión de Evin para preguntar por ellos.
En esta última Navidad otro grupo de cristianos conversos fue arrestado. Los detenidos fueron Faegheh Nasrollahi, Mastaneh Rastegari, Amir- Hossein Nematollahi, Ahmad Bazyar , y Hosseini. Se habían reunido en una iglesia en el este de Teherán cuando fueron arrestados.
El Tribunal Revolucionario de Karaj condenó al cristiano converso Hossein Saketi Aramsari a un año de prisión. Se encuentra detenido actualmente en la cárcel de la prisión de 7 Karaj Central.
El régimen islámico de Irán está seriamente preocupado por la difusión del cristianismo en todo el país y hace todo lo posible para contrarrestarlo. El régimen islámico considera al cristianismo como un peligro y amenaza contra la seguridad de la República Islámica y el Islam.
Los conversos al cristianismo son perseguidos pues los mulás consideran que la República Islámica es la excelencia entre los sistemas políticos y el Islam como la religión supremacista, por lo que no tiene sentido –para los islamistas- que un musulmán abandone la “religión de la paz, del amor y de la tolerancia”, apostate y se convierta a una religión “inferior” e “indigna” que sólo es tolerada con extremas condiciones.
Todos los regimenes islámicos semitoleran el cristianismo si este acepta una posición de inferioridad y sumisión. Los cristianos viven en una situación de dhimmitud, sometidos a una presión para que abandonen el cristianismo y se conviertan al Islam.
El proceso inverso, convertirse al cristianismo, está sancionado con la pena de muerte en la Shari´a, la ley islámica.
Debido a las presiones externas, el régimen de los mulás que condenaba a muerte por este “delito” a los apostatas del Islam y a los conversos al cristianismo ha suavizado los castigos. Ahora sólo detiene, tortura y encarcela por largo tiempo.
Si las presiones externas de los cristianos en occidente aumentasen sobre los gobiernos occidentales, estos presionarían a las de la República Islámica de Irán, y los cristianos no serían tan maltratados.
Es un deber moral de aquellos que aman la libertad, la libertad religiosa es parte de ésta, presionen a su gobiernos para que aquellos que cambian de religión no sean castigados.