Analizando el caso de la demora de la entrega del oro alemán de EE.UU. al Bundesbank, el periódico británico 'The Financial Times' aconseja a todos exigir el 'oro físico' al precio actual y no confiar en el mercado del 'oro de papel'.
En enero de 2013, el Bundesbank sorprendió a todos, cuando anunció su intención de 'repatriar' 300 toneladas de su oro de Nueva York y otras 374 toneladas de París, depositados allí desde los tiempos de la guerra fría.
Aunque en solo un par de aviones se podría haber logrado realizar el transporte transatlántico del metal precioso alemán desde Nueva York, obviamente se decidió enviar la carga en partidas más pequeñas por razones de seguridad.
El mes pasado, Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, admitió que de momento solo 37 toneladas habían llegado a Frankfurt. Inicialmente la transferencia tenía previsto completarse de aquí a 2020, pero al ritmo actual se necesitarían 20 años para realizar esta operación, en principio bastante simple, aunque tal vez no lo sea tanto como parece.
Aquellos que observan las irregularidades diarias en el mercado del oro desde las "teorías de la conspiración" aconsejan: "Aprenda del Bundesbank y demande la entrega del oro al precio actual", y agregan que "un día los lazos que unen el oro físico y el de papel pueden romperse, con consecuencias potencialmente catastróficas".
El anuncio del Bundesbank causó tanto revuelo el año pasado, porque todo parece funcionar adecuadamente hasta que alguna parte exije la entrega física de su propiedad, escribe el diario. Además, nadie sabe si los 260 millones de onzas de oro realmente se encuentran en la base estadounidense de Fort Knox, porque el Gobierno de EE.UU. no permitirá el acceso a ningún auditor.
Otra cuestión es por qué la Reserva Federal aplaza la entrega. El mercado del oro no consiste simplemente en el cambio de divisas al metal precioso. El 'oro de papel' en el mercado London Bullion Market toma las formas familiares que los banqueros han convertido en 'máquinas de lucro': futuros, opciones, operaciones apalancadas y obligaciones garantizadas, entre otras.
Seguramente hay posibilidad de que las dificultades para la entrega del oro alemán de EE.UU. tengan algo que ver con los compromisos adquiridos sobre el oro depositado en sus almacenes.
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