Puesto que ya muchos han intentado poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros son ciertísimas, así como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra; me ha parecido también a mí, después de haber entendido perfectamente todas las cosas desde el principio, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas la certeza de las cosas en las que has sido instruido.