El argumento de más peso contra la autoría paulina de las Epístolas Pastorales es un hecho que resulta muy claro en griego, pero no tanto en una traducción española. El número total de las palabras de las Epístolas Pastorales es 902, de las cuales 54 son nombres propios; y de estas 902 palabras, no menos de 306 no se encuentran en ninguna otra de las cartas de Pablo. Es decir, que más de una tercera parte de las palabras de las Epístolas Pastorales no se encuentran en las otras cartas de Pablo. De hecho, 175 palabras de las Epístolas Pastorales no aparecen en ningún otro lugar del Nuevo Testamento; aunque es justo decir que hay 50 palabras en las Epístolas Pastorales que se encuentran en las otras cartas de Pablo aunque no en ningún otro lugar del Nuevo Testamento.
ás, cuando las otras cartas de Pablo y las Epístolas Pastorales tratan el mismo asunto lo presentan de maneras diferentes, usando otras palabras y frases para expresar la misma idea.
én, muchas de las palabras favoritas de Pablo faltan en las Epístolas Pastorales. Las palabras para Cruz (staurós) y para crucificar (staurún) aparecen 27 veces en las otras cartas paulinas, pero ni una sola en las Epístolas Pastorales. Eleuthería y derivadas que tienen que ver con libertad aparecen 29 veces en las otras cartas y nunca en las Epístolas Pastorales. Hyiós, hijo y hyiothesía, adopción, aparecen 46 veces en las otras cartas de Pablo y nunca en las Epístolas Pastorales.
ás, en griego hay muchas más palabras que en español de las que llamamos partículas y enclíticas. Algunas veces no indican más que el tono de la voz; cualquier frase griega está unida con la anterior por una de ellas; y suelen ser intraducibles. De estas partículas y enclíticas hay 112 que usa Pablo en conjunto 932 veces y nunca en las Epístolas Pastorales.
í hay indudablemente algo que hay que explicar. El vocabulario y el estilo hacen difícil aceptar que Pablo escribiera las Epístolas Pastorales en el mismo sentido que las otras cartas.